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Ictus. ¿Qué es, cómo actuar y cómo prevenir?

La media de Ictus detectados en Córdoba supera los 2000 y en los últimos años la cifra continua en aumento. No son casos aislados, son muchos y el tiempo de rección ante estos casos es clave. Vemos por qué, cómo debemos actuar y cómo se puede prevenir.

 

Ictus. ¿Qué son?

La mayoría de las personas conocen el nombre técnico pero también se les suele llamar embolia cerebral o infarto cerebral. Se trata de una enfermedad que se desencadena cuando se produce una obstrucción o una rotura en un vaso sanguíneo del cerebro y esto afecta reduciendo el flujo al cerebro. Como no llega suficiente sangre, las células nerviosas dejan de funcionar y esto trae consigo los síntomas.

Existen varios tipos de ictus en unción de qué es lo que los produce. el Ictus isquémico o infarto cerebral se produce por la obstrucción de una arteria por diversos motivos. El más común de estos motivos es un coágulo de sangre o un trombo y suele darse más habitualmente en personas mayores con problemas circulatorios aunque no es excluyente. Por otro lado está el ictus hemorrágico, que se produce por rotura de un vaso que provoca una hemorragia cerebral. Los casos detectados por esta causa son escasos, entre el 10 y el 15% de todos los Ictus son hemorrágicos y suelen tener causas como accidentes o contusiones.

 

Síntomas del Ictus:

Los síntomas se desarrollan extremadamente rápido, de ahí la urgencia en su detección y tratamiento.

En cuestión de minutos el ictus puede causar lesiones cerebrales que pueden ser permanentes o no, en función del tipo de daño y del tiempo transcurrido. No suelen ir a peor, es poco frecuente que con el paso de las horas los síntomas empeoren.

Entre los síntomas más comunes podemos destacar:

  • Sensación de hormigueo o debilidad muscular aisladas, como en una extremidad, solo la mitad derecha o izquierda del cuerpo o en la cara, donde suele ser muy habitual encontrar estos síntomas.
  • Dificultad para hablar y entender. Ten en cuenta que n está llegando suficiente sangre o que existe una presión inusual en el cerebro, que está dejando de funcionar bien y esto implica dificultades cognitivas.
  • Distorsión en la visión, producida tanto por la pérdida de capacidad cognitiva por el fallo cerebral como por la posible parálisis o debilidad muscular en los músculos oculares, lo que nos dificulta el enfoque.
  • Dolor de cabeza de alta intensidad, ya sea por hemorragia como por obstrucciones las presiones dentro del cerebro varían.
  • Pérdida de equilibro y coordinación.

 

¿Cómo detectar un Ictus?

Para comprobar si se trata de un ictus se llevan a cabo una serie de comprobaciones estándar. Una de las más conocidas es la Escala Cincinnati y con pocas preguntas podemos detectarlos:

Sonrisa:

Si la persona puede sonreír y la sonrisa es simétrica es muy posible que no se trate de un ictus. Si no puede sonreír o si la sonríes no es simétrica es posible que esté sufriendo un ictus y debamos actuar con gran rapidez

Movilidad:

Si pedimos a la persona que levante los brazos durante pocos segundos y está sufriendo un ictus, es mu posible que no consiga mover uno o los dos brazos o que al subirlos caigan o no lleguen a tener la misma amplitud y fuerza.

El habla:

Una persona que sufre un ictus, muy posiblemente tendrá afectada también el habla. Tanto si no puede hablar como si habla de forma inconexa o arrastrando las palabras, estamos ante un indicador de que debemos actuar muy rápido.

 

Actuación rápida. Código ictus.

Se trata de un protocolo para actuar rápidamente ya que en estos casos cada minuto cuenta. Cada minuto que la persona pase con esa falta de sangre se traduce en permanencia de los daños, de ahí que para que las consecuencias sean las menores posibles, si detectamos cualquiera de estos síntomas debamos buscar atención sanitaria telefónica de urgencia y comunicarlo. El profesional que nos atienda dará la voz de alarma y nos indicará los siguientes pasos mientras llega la asistencia.

 

Cómo prevenir ictus:

Para prevenirlos debemos evitar los factores de riesgo en la medida de lo posible. Ten en cuenta que afecta más frecuentemente a personas con edad superior a 55 años, fumadores, hipertensos, con el colesterol alto o con diabetes.

 

En lo referente a la edad no podemos ayudarte, pero si en lo relativo al colesterol, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo. Pásate por la farmacia y hablamos.

 

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