La psoriasis es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel que sufre un gran número de personas en España. Se estima que aproximadamente un 2% de la población la sufre y condiciona su vida en gran medida.

En los últimos años los tratamientos han evolucionado permitiendo que la calidad de vida mejore y el impacto (tanto físico como mental) en las personas que lo padecen sea menor.

¿Qué es la psoriasis?

Se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por evolucionar en forma de brotes. Se muestra como manchas rojas con escamas blanquecinas sobre todo en ciertas partes del cuerpo como los codos, rodillas o el cuero cabelludo, donde su tratamiento es especialmente complicado.

Su aparición es cíclica y una vez aparece estos ciclos se repetirán durante toda la vida en mayor o menor intensidad ya que es una enfermedad crónica (sin cura).

¿Qué causa la psoriasis?

Su causa no está clara aunque todo apunta causas genéticas que dan lugar a un problema del sistema inmunitario. Este trastorno inmunitario hace que la piel se regenere a un ritmo más alto del habitual y esto es lo que se somatiza como eccemas y manchas rojas.

Al ser crónica, de lo que si podemos hablar es de sus desencadenantes. Entre los más comunes podemos encontrar:

• Infecciones, tanto de las vías respiratorias como cutáneas
• Climas fríos y secos
• lesiones en la piel o incluso quemaduras solares
• Estrés
• Fumar y la exposición al humo del tabaco
• Consumo de alcohol excesivo
• Algunos medicamentos para la presión arterial
• Retirada ràpida de corticoides orales o sistémicos.

Síntomas de la psoriasis:

• Aunque pueden variar entre una persona y otra hay algunos que son comunes, precisamente aquellos que más condicionan la vida de quienes la padecen:
• Manchas rojas con escamas de piel gruesas y blancas
• Puntos escamados (sobre todo en niños)
• Piel seca y agrietada que incluso puede llegar a sangrar
• Picor y quemazón en las zonas afectadas
• Uñas más gruesas de lo habitual

Tratamiento de la psoriasis:

A pesar de que no existe cura al ser una enfermedad crónica, si que se pueden tomar medidas para que condicione lo menos posible la vida de quienes la padecen. Además de evitar los factores de riesgo que mencionamos anteriormente, las personas con psoriasis deben:

Tener una higiene diaria meticulosa: el lavado diario en la ducha con agua tibia que no llegue a resecar la piel es clave. Para su lavado se ha de usar esponjas no muy duras, evitar el secado enérgico y utilizar jabones especiales (puedes encontrarlos en nuestra farmacia o podemos formular uno específico para ti).

Hidratación diaria y a conciencia: La hidratación es clave para mantener la piel sana, más aún en las personas con psoriasis. Es recomendable que se realice después de la ducha. Algunos jabones pueden llegar a resecar la piel si no son específicos para psoriasis, de modo que las cremas o geles hidratantes también deberían se especiales para pieles con psoriasis. También puedes encontrarlos en nuestra farmacia.

Ser constantes. Esto es clave, la constancia es lo que determinará que los brotes aparezcan cada vez más tarde y espaciados en el tiempo. Para que la constancia sea la que debería es fundamental que el tratamiento tenga ciertos matices cosméticos y de fácil aplicación, de ahí que en muchas ocasiones, si la aplicación no es cómoda, se deje el tratamiento e inmediatamente comienzan de nuevo los brotes.

No dudes en pedir ayuda. Pásate por la farmacia y te recomendaremos el tratamiento más adecuado para tu caso o incluso una formulación específica que te siente mejor que los tratamientos comunes.