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Evitar golpes de calor

Golpes de calor. Cómo detectarlos y prevenirlos

Llega el verano a Córdoba y con este los riesgos de altas temperaturas y sus efectos sobre la salud. Entre ellos, uno de los más comunes son los golpes de calor. Aunque muchas personas se los toman a broma, las consecuencias pueden ser graves y es importante detectarlos y tratarlos lo antes posible.

 

¿Qué es un golpe de calor?

Un golpe de calor es el aumento de la temperatura corporal causada por una exposición prolongada al sol, lo que también se conoce como insolación, aunque también se pueden producir por realizar ejercicios en lugares con poca ventilación y altas temperaturas, un exceso de sudoración y pérdida de hidratación.

Ante estas temperaturas, procesos de sudoración excesiva y rápida pérdida de líquidos, el cuerpo perderá su capacidad para autoregular la temperatura por los medios habituales como son la sudoración (ya que estamos deshidratados), lo que hace que la temperatura corporal aumente, algunos órganos dejen de funcionar adecuadamente pudiendo tener consecuencias fatales en poco tiempo.

 

Síntomas del golpe de calor

  • Sed intensa y boca seca.
  • Temperatura corporal elevada (a causa de la falta de capacidad de regulación).
  • Exceso de sudoración.
  • Sensación de calor extremo.
  • Cansancio y debilidad.
  • Mareos e incluso desmayos.
  • Vértigos.
  • Dolores de estómago y cabeza.
  • Desorientación y confusión.

 

¿Quiénes tienden a sufrir golpes de calor?

En general cualquier persona bajo ciertas circunstancias puede llegar a sufrir un golpe de calor pero las consecuencias más grabes se dan en bebés y ancianos, cuyos sistemas son más delicados.

Es habitual encontrarlos también en deportistas que no toman las precauciones adecuadas en verano.

 

¿Cómo evitar un golpe de calor?

  • No consumir bebidas con exceso de azúcares, cafeína o teína ya que tienden a deshidratar el cuerpo.
  • Hidratarnos bien y de forma regular, incluso si no tenemos sed. Esto es especialmente importante con los niños. Nunca debemos esperar a que pidan agua.
  • Reponer de forma habitual los niveles de sales minerales, ya sea en comidas ligeras o con bebidas especiales.
  • Utilizar ropa ligera, cómoda y holgada que permita al cuerpo transpirar libremente.
  • Evitar exposiciones prolongadas al sol, sobre todo en las horas centrales del día.
  • Evitar hacer deporte salvo en las primeras horas de la mañana y las últimas hora de la tarde.
  • Permanecer siempre que se pueda en lugares frescos y ventilados.
  • Evitar comidas pesadas. En verano debemos aumentar el consumo de frutas y verduras.

 

¿Cómo reaccionar ante un golpe de calor?

La persona debe ser trasladada a un centro médico lo antes posible mientras se trata de reducir la temperatura. Para ello buscaremos colocarla en un lugar fresco, aliviar la ropa que pudiera interferir en que la piel se refresque y pueda autoregularse la temperatura y, si es posible, aplicar compresas de agua fría para simular la sensación del sudor que regula la temperatura corporal.

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