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Tratamiento conjuntivitis

Conjuntivitis. Cómo detectarla y tratarla

La conjuntivitis es una de las afecciones oculares más comunes en todas las edades, desde bebés hasta adultos. Suele hacer acto de presencia durante todo el año, pero ahora, en épocas en las que la concentración de polen es muy alta, es cuando más casos se detectan.

La conjuntivitis es la inflamación del tejido conjuntivo del ojo, un tejido muy fino que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo. El resultado es el enrojecimiento del ojo, vasos sanguíneos inflamados y en ocasiones excesos de secreciones que varían en función del tipo de conjuntivitis del que se trate.

Como no todas las conjuntivitis son iguales ni tienen el mismo tratamiento vamos a comenzar explicando los distintos tipos que podemos encontrar.

Síntomas de la conjuntivitis

Conjuntivitis vírica:

Es posiblemente el peor caso que puede presentarse y está causada por diferentes tipos de virus como el adenovirus.

Este tipo de conjuntivitis es extremadamente contagiosa y es fundamental tomar precauciones para que toda la familia (o el trabajo) no termine en la misma situación.

Conjuntivitis bacteriana:

Si antes decíamos que  la vírica está producida por virus, la bacteriana está producida por bacterias, como streptococcus o staphylococcus. Aunque también se propagan muy fácilmente, el mecanismo es más complejo, ya que se tienen que dar una serie de circunstancias en entornos determinados.

Es la más frecuente en los colegios y guarderías, lógicamente.

Conjuntivitis alérgica:

Como todas las alergias, la conjuntivitis alérgica es la reacción a cuerpos alérgenos como polen, ácaros, hongos u otros productos. Este tipo de conjuntivitis no es contagiosa pero sí muy molesta ya que suele ir acompañada de otros síntomas como los respiratorios. Si quieres más información puedes consultar nuestro anterior artículo sobre las alergias.

Conjuntivitis por factores irritantes:

Ciertos productos químicos o cuerpos extraños como pizcos también pueden causar conjuntivitis. Tampoco es contagiosa, pero sí es importante su tratamiento rápido. Si están causadas por un cuerpo extraño es posible que se produzcan otras lesiones oculares de más gravedad si no se elimina rápidamente.

Tratamiento de la conjuntivitis

Prevención de la conjuntivitis

Ante una conjuntivitis alérgica existe poca prevención y sólo queda paliar los síntomas cuando aparecen, pero ante el resto de tipos sí que se deben seguir unos consejos:

  • Lavarse las manos con antiséptico: Si se tiene conjuntivitis vírica o bacteriana es muy fácil contagiarla y si no se siguen unas pautas de higiene es muy posible que dure más de lo normal  e incluso que  el tratamiento del  oftalmólogo  sea menos efectivo. Por ello es imprescindible lavarse bien las manos.
  • Limpiar los fluidos: una conjuntivitis suele llevar asociadas secreciones  que deben ser retiradas de forma suave con compresas impregnadas en agua o fría o toallitas de limpieza ocular. Muy recomendable esta última opción.
  • Evitar el uso de maquillajes y lentes de contacto: Por razones obvias nada debería entrar en contacto con el propio ojo o facilitar la entrada de cuerpos extraños.

Tratamiento de la conjuntivitis

Cuando se trata de conjuntivitis alérgica los colirios habituales de venta sin receta suelen funcionar bastante bien, aunque la primera vez es recomendable que el alergólogo o el oftalmólogo sea quien  decida. Sin embargo, ante la conjuntivitis bacteriana o la vírica, es común el uso de gotas con corticoides o pomadas, salvo en casos en los que la infección sea causada por el virus del herpes. En estos últimos casos es imprescindible la consulta médica pues una mala elección del fármaco o de diagnóstico puede ocasionar un problema grave.

En una semana de tratamiento los síntomas deberían remitir.

En cualquier caso, ante los primeros síntomas de enrojecimiento, picor o escozor es importante acudir al oftalmólogo, que es quien mejor puede discernir entre una conjuntivitis alérgica y otra más severa que necesite de otras medidas farmacológicas.

 

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