El embarazo es una etapa vital de grandes cambios, no solo a nivel familiar y doméstico, también para el cuerpo de la mujer.

Durante todo el proceso se debe prestar especial atención al cuidado de la salud ya que este cuidado también repercutirá en el bebé.

 

Más allá de los cuidados médicos como las revisiones y distintas pruebas que el profesional realizará para seguir el embarazo hasta el nacimiento, existen hábitos, cuidados y precauciones que se pueden tomar en casa de forma fácil y que mejorarán la calidad de vida, el estado de salud y la recuperación tras el parto.

 

Cuidados en la nutrición durante el embarazo

Ten en cuenta que ya no comes por una persona si no por dos, y las dos estáis experimentando cambios continuos, el feto en su formación y la madre en el acondicionado de su cuerpo a la nueva situación.

Esto no siempre implica comer más, pero siempre implica comer mejor. De hecho el embarazo consume aproximadamente 300 calorías diarias más de lo normal, no que no supone ni siquiera una comida diaria extra.

En cualquier caso, sea cual sea el nivel de calorías que necesites en función de la actividad física y el estado de salud, es importante que la alimentación sea equilibrada, buscando evitar grasas saturadas, alimentos propensos a dañar el estómago, picantes y otros. Ten en cuenta que si para un adulto hay alimentos difíciles de asimilar, a un organismo en formación le será aún más difícil.

 

En muchos casos se recomienda complementar una dieta equilibrada con una serie de nutrientes que complementarán las necesidades. Las más comunes suelen ser calcio, hierro y ácido fólico. Siempre deben estar supervisadas por el médico.

Suplementos de calcio: un bebé en proceso de crecimiento requiere mucho aporte de calcio, y, además de completar la dieta con lácteos bajos en grasas, almendras, judías u otros alimentos ricos en calcio, es posible que se requiera un aporte extra.

Suplementos de hierro: el hierro es necesario para la producción de hemoglobina, componente principal de los glóbulos rojos, responsables de transportar el oxígeno. Durante el desarrollo del bebé las necesidades serán mayores.

Suplementos de ácido fólico: según algunos estudios favorece el buen desarrollo del cerebro y la columna vertebral del feto. En cualquier caso siempre será el médico el que tenga la última palabra sobre la necesidad o no de tomar este suplemento.

 

Hidratación durante el embarazo

Durante el embarazo el volumen de sangre de la mujer se multiplica, no solo por el feto, también por los cambios corporales. Para evitar procesos de deshidratación y estreñimiento siempre es recomendable aumentar la ingesta de agua.

Ejercicio físico durante el embarazo:

Como en casos anteriores, el médico tendrá la última palabra, pero habitualmente en casos de embarazos normales, sin complicaciones y en mujeres sanas y activas, se recomienda una actividad física moderada siempre que el grado de avance del embarazo lo permita.

Puede tener efectos muy positivos sobre algunas de las consecuencias habituales del embarazo como los dolores de espalda, el hinchamiento de las piernas, el insomnio o la ganancia excesiva de peso.

Por otro lado, esta actividad física suele hacer que la recuperación tras el parto sea más rápida y eficaz.

Por supuesto hablamos de actividad física de bajo impacto, en la que no exista posibilidad de caídas o impactos, así como un sobre esfuerzo de los ligamentos. Algunas de las actividades recomendadas serían el yoga, pilates, andar o nadar.

Siempre, antes de hacer una actividad deportiva durante el embarazo, consulta a tu médico.

 

Cuidado de la piel durante el embarazo

El pecho y el abdomen de una mujer son las áreas que más transformación sufren durante el embarazo, siendo muy posible la aparición de estrías por el estiramiento de la piel. Por este motivo, y para evitar molestas, es recomendable utilizar ropa holgada y sujetadores sin aros ni costuras, además de hidratar las zonas abundantemente.

Una buena hidratación de la piel la mantendrán elástica y facilitará tanto el crecimiento sin estrías como la recuperación posterior.

 

A evitar durante el embarazo:

Alcohol, drogas, nicotina y cafeína. Son sustancias a las que un organismo que no está completamente desarrollado no debería estar expuesto por múltiples razones.

Cualquier alimento con posibilidad de transmitir enfermedades. Nos referimos a lácteos sin pasteurizar o fermentados, carnes o pescados crudas, productos con huevo crudo como algunas pastas de poca cocción o embutidos y fiambres. Sobre esto también hay diversidad de opiniones, de modo que la última palabra siempre la tendrá el médico.

 

 

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